¿Qué tan
importante es para el colegio ,específicamente para el filtro de los problemas
de la institución, cuidar o no el buen nombre de los estudiantes? entiendo que
suena dramático, trágico, escandaloso y hasta feo, pero ¿por qué no hacerse una
pregunta de tal calibre, cuando esta semana se ha hecho indiscretamente
pública la información personal de algunos estudiantes de la institución? esta
información pasa por boca de estudiantes y docentes sin ningún tipo de
abstinencia ni escrúpulos que permitan pensar si quiera que consecuencias traerá esta
práctica para aquellos que de algún modo confían que su “secreto” está a
salvo.
Ya para
muchos no es nuevo el escándalo de los auxiliares en el colegio, y cuando digo
“para muchos” es literal, casi todos en el colegio se enteraron, y cual
programa de chismes de televisión nacional llegan Sub-comisarios con
comentarios cliché tipo “fuentes cercanas me confirman”, “según información
suministrada” o más grave aún “yo vi” que se fundamentan en bases poco
sólidas y los cuales no llevan a ningún tipo de solución, sino a generar
polémica tanto en la institución, como en el Comando y casi en todo lo
relacionado con Policia-Tolima (exageración).
Para
contextualizar un poco: el “mal manejo” de las relaciones interpersonales entre
auxiliares bachilleres y estudiantes del colegio ha desencadenado una serie de
eventos que van en contra de todos los valores institucionales (exageración),
¡vieron a una estudiante con un auxiliar en el centro de la ciudad! ¡Qué
anti-ético! (exageración) como si fuera un delito tener un amigo que
presta servicio militar justo en el lugar en el que uno estudia, o como si Ibagué
fuera muy grande y uno nunca se encontrara a nadie por donde sea que vaya; y
aunque esos argumentos carezcan de solidez, son totalmente válidos, pero no es
el momento ni el lugar para salir en busca de una defensa.
Lo que
realmente quiero criticar hoy no es el hecho de que la institución se involucre
en casos de esta índole, ya que en realidad dentro de sus múltiples
obligaciones se encuentra la de velar por el bienestar y la integridad de todos
sus estudiantes, y por más paranoico que parezca, si, los auxiliares
representan un riesgo especialmente para el género femenino; Entonces, ¿Cuál es
el problema? el ahora sí, bien llamado “mal manejo” de la información personal
de los estudiantes, ¿qué tanto se puede confiar en los profesores cuando luego
de contarles algo se entera todo el colegio, y los egresados, y los que
trabajan para el colegio y los que no también? Alguien acaso ha llegado a
pensar ¿qué tanto afecta a un estudiante el hecho de ser señalado por sus
propios docentes? ¿No es esto bullying? ¿No estamos certificados por ICONTEC?
(lo saco a relucir, porque conservar el buen nombre de los estudiantes tanto
dentro como fuera de la institución TAMBIÉN ES CALIDAD) estas y muchas otras
preguntas pueden surgir de tan vana percepción, que es bien preocupante por cierto.
Cuál es
el paso a seguir: disculpas por parte de los encargados de difundir activamente
la información, bueno, es broma, en realidad no se puede hacer absolutamente
nada porque no hay ni cómo, ni con quién quejarse, o acaso ¿esperan que algún
valiente e inconsciente estudiante exija confidencialidad? lastimosamente éste
es el panorama que en todo sentido es desalentador para el NUSEFA, no queda más
que hacerse a un lado del camino y esperar a que sigan llegando “informes
detallados” de las distintas novedades de los estudiantes.
NOTA: si
algún profesor lee esto por favor tenga en cuenta: los pasillos no son lugar
para tratar temas de extremo cuidado, me he enterado de algunas “locuras” de
estudiantes estando sentada disfrutando de un merecido descanso.
DALILA
ANDREA HENAO