lunes, 26 de agosto de 2013

UNA MÍSERA PETICIÓN

Me cansé de las tareas, los regaños, las decepciones, los pupitres incomodos, las paredes blancas, la perdedera de tiempo, las madrugadas, la mala dieta, el estrés, las materias inservibles, los profesores mediocres, las ideas vanas, las críticas, los no constructivistas, los que perdieron la fe, los egocéntricos, los agrandados, los fastidiosos, los amargados, los mamertos, la doctrina, el encierro, la monotonía, el desmérito, el olvido… no más, creo  que me cansé hasta de escribir, o puede que no, pero todo lo anterior abruma tanto que le quita la magia a los pequeños placeres del colegio, como escribir en mi caso.

Opino que es el afán de salir, o que definitivamente, la escuela me ha mostrado sus fallas y por eso casi ni la apoyo, pero eso no vale mucho ya, no queda casi nada de tiempo y espero con toda la devoción que puedo llegar a tener, sabiendo que ando hasta sin religión, que por favor me dejen disfrutar lo que me queda de escuela.

Yo digo que no hay por qué disimular más, aunque quisiera decir que nos enseñan para la universidad, o la vida, nos enseñan para el ICFES, jajaja okey no, solo en once nos enseñaron para el examen, que digo enseñaron, ¡saturaron! Para este, ya pasó todo. Algunos como yo estudiamos en internet para los exámenes de las universidades, y si tenemos preguntas las hacemos y ya, pero música, religión, laboratorio, constitución, economía, y esas materias costuras, y las que no, deberían tener un enfoque menos colegial y más universitario.

Entiendan que ya nos liberamos de esa carga, que no se puede hacer más que esperar los resultados, entonces ¿por qué no nos dejan Carpe Diem? “coged las rosas mientras podáis”  inicio del poema A las vírgenes para que aprovechen el tiempo de Robert Herrick; no me parece apresurado decir que es nuestro momento, queremos salir por la puerta grande, pero necesitamos tiempo y colaboración.

No me extiendo más, no porque quiera, sino porque lo que quería decir lo tuve que resumir… yo también labro mi futuro fuera del colegio, y eso también me demanda mucho tiempo, pero por lo menos me encanta, por eso mantengo ojerosa, hago lo que me gusta y dejo para después lo que no y cuando menos pienso son las 11:30pm y no he terminado. Feliz inicio de semana, no dejen atrasar los mil trabajos que tenemos que seguramente no nos aportarán casi nada nuevo a esta altura del partido.



DALILA ANDREA HENAO

lunes, 12 de agosto de 2013

FELÍZ DÍA, CREO

12 de agosto, Día Internacional de la Juventud según la ONU y Día de las Juventudes Ibaguereñas según el decreto 1-0307 por medio del cual se adopta la Política Pública de Juventudes de Ibagué. Quisiera iniciar este artículo en torno a la siguiente reflexión: no hay etapa, aunque paradójica, más bella que la juventud: tienes toda la energía, toda la disposición, toda la inocencia y credulidad para imaginar que un futuro mejor es posible, y entre muchas otras cosas, todos tus cinco sentidos se encuentran en su máxima expresión de potencia;  todo empieza a complicarse cuando te faltan lugares para desarrollar esos sentidos, convives con incrédulos sin esperanza y sabes que aunque muchas veces insoportables, debes trabajar con adultos que te roban la energía y la disposición todo el tiempo, por eso la belleza y el horror de ser joven.

Mi condición, mi convicción, mi discurso y todo lo que me relaciona directa o indirectamente con la juventud prácticamente me obliga a escribir sobre un tema de tan vital importancia. Desde mi experiencia como Consejera de Juventudes me he topado con distintas clases de jóvenes, y puedo decir que ya nada relacionado a ser joven es estándar ¿por qué?

Luego de indagar afirmo, que tiempo atrás, hablo de unos 10 años o más, una característica fundamental en la juventud era su dinamismo, no era necesario sino poner “dinámico/a” como descripción para conocer la condición joven de una persona; ahora bien, un joven del año 95 en adelante no tiene alientos ni para comer, todo le da pereza, todo le fastidia, nada lo sorprende; en definitiva hay más jóvenes de 40 que de 18 y eso, no solo para nosotros, sino para todos debería ser alarmante.

Por supuesto que no sería lo más correcto tratar de generalizar en el aspecto anterior, ya que como muchos, yo hago parte de un segundo grupo juvenil activo, aquí si hay de todo: músicos, bailarines, grafiteros, cantantes, deportistas, artistas, escritores, académicos, en fin, un grupo tan heterogéneo que lo único que comparte es la pasión por lo que hacen, cosas distintas en todo sentido, pero tan llenas de significado y beneficios que no tiene mayor relevancia si distan poco, o mucho de las demás, demostrando así que aún hay mucho que invertir en materia de juventud, y que el hecho de ser jóvenes no nos relaciona directamente con problemas.

Entonces, en nuestro día (que muchos desconocieron por no ser festivo) rescato las palabras del ex presidente del CMJ, Camilo Acevedo, “más que una felicitación hago un llamado a reflexionar sobre el papel que desempeñamos en nuestra sociedad”; ¿estamos aprovechando realmente las capacidades a flor de piel para contribuir al desarrollo social, o al menos personal? “Recordemos que más que futuro, somos presente; no podemos ser protagonistas de un futuro brillante, sin haber ayudado a construirlo”.



DALILA ANDREA HENAO GUERRERO



lunes, 5 de agosto de 2013

LAS DOS UTOPÍAS

Quisiera recordar hoy mi grado noveno, PLJ (Programa de Liderazgo Juvenil), diplomado ofrecido por la Universidad de Ibagué del cual participé junto a mi compañera Danna Ruiz, directora de este periódico, capacitación en la que debíamos desarrollar un proyecto en pro de la institución en ese entonces decidimos apostarle al sentido de pertenencia… no conozco otro estudiante de mi colegio que hable mejor del mismo que ella, Danna, es espectacular, y aunque no en la misma proporción, siempre hablo de los excelentes bachilleres que gradúa el NUSEFA.

En ese entonces teníamos dos utopías, ahora siguen siéndolo y sé que Danna piensa igual, la primera: quisiera escuchar alguna vez a los Nusefistas sintiendo el orgullo que es notorio, o que en algún momento lo fue, en una de las instituciones educativas oficiales más antiguas de Ibagué, que un eufórico locutor de alguna emisora, en esos famosos conciertos escolares grite: “!donde está el NUSEFA!” y el ruido sea tan estridente que los que no comparten el sentimiento queden aturdidos, que le pregunten a cualquiera “¿en dónde estudias? “ y responda con orgullo “en el mejor colegio de Ibagué” no importa si suena altivo, no importa en realidad, el amor por nuestro colegio debería sentirse en el ambiente.

El proyecto lo iniciamos con campañas como “tu cómo ves tu colegio” o “qué es lo que más te gusta de tu colegio” todo mediante actividades experienciales (en ese momento no sabíamos exactamente qué tipo de pedagogía era), usábamos mucho el impacto visual y  aunque no lo crean, nuestras últimas campañas funcionaron: las carteleras estaban en buen estado después de meses solo con el papel seda decolorado por el sol, los chicos rayaban menos las paredes y hasta se sentía mejor el ambiente escolar, obvio no logramos los comentarios de arriba, pero algo era algo, la pregunta es: ¿Qué sucedió?

Creo que iniciando es importante resaltar que el NUSEFA ya no tiene color, si, somos el nuevo elefante blanco de la ciudad, hay que admitir que el amarillo quemado que había antes no era el más estético, pero en definitiva era mejor que ese blanco, neutro, triste, sucio, sin balbucear puedo decir que es el peor color para un colegio, ¿Dónde queda la espontaneidad de ser joven? ¿Enserio piensan que nos sentimos cómodos con eso?  Ya bastante tenemos con estar obligados a ver contabilidad, con extenuantes horas de clase en medio de unos 28°C como para llegar a un lugar, en el cual pasas más de la mitad de tu día, y sentirte en un sanatorio o en su defecto, una cárcel.

Lo anterior lo menciono porque sé la importancia de tener algo que nos represente, cada que llega ICONTEC el colegio cambia de color, no veo calidad en gastar mucho dinero para pintarlo dos veces al año; pero más que un color, creo que los mismos docentes, directivos y estudiantes por supuesto, se encargan de sub valorar los logros de los nusefistas; es decir, lo único que aparentemente hacen los del NUSEFA es  nadar, no hay escritores, no hay representantes, no hay ciclistas ni porristas, mucho menos músicos ni artistas; es aquí donde entra la utopía numero dos: que todos los logros, sean en el campo que sean, se reconozcan en toda la institución, sean noticia del colegio, rumor de pasillo como mínimo; no dudo cuando digo que en el NUSEFA mínimo mensualmente alguien logra algo, y se queda en el anonimato, o simplemente en los halagos de sus compañeros de clase. Soy una convencida de que el ejemplo arrastra, ver a otros sobresalir, inconscientemente estimula de algún modo, y si muchos se animan muchos representan ¡entraríamos a ser tan competitivos como cualquiera!, que gran sueño.

Antes de dejar el colegio (me quedan aproximadamente 4 meses) me gustaría conocer a ese alguien, precursor de ideas, amante del progreso, abierto a la crítica, nusefista de sepa, agente de cambio… me gustaría conocer al nuevo o nueva “Danna” que luche por hacer realidad las utopías, yo luché y lucho por mis sueños, ella por los de todos; este nuevo personaje, que por supuesto cambiará un poco la dinámica, será el encargado de continuar con la lucha, arreglar, cambiar o hacer lo que quiera con nuestro proceso, obvio con una única condición: solo se puede cambiar para mejorar.



DALILA ANDREA HENAO