lunes, 24 de junio de 2013

ASÍ TERMINÓ


Bueno, terminó el primer semestre en la I.E.T Nuestra Señora de Fátima, y con él se queda más de uno, recuperando, rogando, haciendo trabajos, estudiando, sin fiestas, sin vacaciones, solo padres enojados y profesores llenos de trabajo. Por poco y me pasa igual, en medio de tantas cosas juntas finalizando este primer semestre, resulta que había perdido física materia y natación, la primera en realidad la había aprobado, pero repito, en medio de tremendos shows mediáticos entregando notas, yo estaba convencida de que había perdido, y la segunda, si no tenía nada que alegar y mucho menos esperar, 1.5 puntos me separaban de pasar la materia, la recuperación: hacer de nuevo un trabajo sobre todos los estilos de natación y por supuesto recorrer en estilo libre 20 veces la piscina.

Me sentía abrumada porque en realidad terminé recuperando física (sin haber perdido) y además haciendo la recuperación de natación. No me imagino aquellos que recuperan hasta el recreo, hay profesores generosos con esas recuperaciones, yo veía los planes de mejoramiento y me daban ganas de sentarme a llorar junto a mis compañeros.

Es claro, los chicos todavía no han entendido que las notas ya no se regalan, es más, con ese nuevo sistema de evaluación, regalar una nota es casi imposible y creo que el impacto de este sistema fue tan fuerte que muchos quedaron, en vez de despiertos por las malas notas del primer periodo, aturdidos; en medio de frustrados, estresados y contentos hay algo que se destaca: “nunca había tenido una promoción tan mala académicamente como esta” frase que se ha vuelto común, precisamente entre dos de los actores del colegio que más menciono en este espacio, personas admirables, respetables, hasta necesarias en la institución, pero a las cuales les falta pensar un poco antes de emitir los juicios; las fallas académicas, casi por excelencia, siempre tienen un trasfondo, en nuestro caso, es obviamente la nueva forma de evaluar, acompañada además de un aumento en la exigencia (aprobamos con 3.5 no con 3.0) y aun así esperan que las cosas sigan marchando tan bien como antes, por eso juzgan, se sienten afligidos, y hasta se desquitan.

Bueno, para continuar con mi historia, efectivamente el fin de semana hice el trabajo de natación, cuando llegué al colegio el lunes, no había más que frenesí y  tensión en el ambiente, muchos no terminaron los trabajos en la casa, otros olvidaron las fechas y los dejaron, y yo en la puerta del salón estaba tranquilamente hablando con el docente de natación, a quién solicité hacer la recuperación lo más pronto posible, y el cual  me respondió “las recuperaciones se hacen en la hora de clase, nos vemos el jueves a la tercera” okey,  sin nada más que hacer, mi plan fue ir al colegio el jueves a la tercera, recuperar y seguir en vacaciones, porque ese lunes iniciaba el tan anhelado descanso para los que no recuperaban. Todo iba bien hasta que el miércoles en la mañana recibí la llamada de una compañera asegurando que el profesor no volvería al colegio sino hasta el 9 de julio, y que los que no recuperaron en los tres días anteriores, perdían. Ese día por supuesto no podía ir, ya tenía compromisos en la mañana y me era imposible, así que en la tarde llame a medio colegio tratando de conseguir el número del profesor, (sería buenísimo que la institución tuviera una base de datos de los profesores colgada en alguna parte del universo virtual)  que me contestó casi a las 7pm y tranquilamente dijo “Dalila usted no perdió conmigo, revise la plataforma y verá” así fue como desperdicié mi fin de semana, mis hojas, mis lapiceros, repitiendo un trabajo que había hecho unas cuantas semanas antes, y además me aguante la cantaleta de mi papá diciendo que por cuidarme el cabello mi promedio en el colegio bajaba.

Que falto de seriedad es el manejo que se le está dando a los resultados de los estudiantes, entiendo perfectamente el estrés que produce manejar esa inexequible plataforma, pero nosotros, nuestro tiempo y nuestras emociones merecemos respeto. Nadie puede decir que estas confusiones son el resultado de mi despistada conducta, creo que fui muy clara con el manejo de la situación, así que para este tipo de inconvenientes, y de paso como moraleja, la única solución es:  imitar a algunos de mis compañeros y ser la más intensa al momento de recibir notas.

DALILA ANDREA HENAO

domingo, 16 de junio de 2013

ES NUESTRA REALIDAD


Pertenecemos o somos el inicio de una de las generaciones más desordenadas, desenfocadas  y desenfrenadas de todas, somos de los que alcanzamos a jugar en la cuadra del barrio tarro quemado, escondite, yermis y muchos otros juegos tradicionales… de esos que compartían todo con los vecinos, jugaban con tazos, stop y hojas de papel en el colegio;  pero también somos de los que iniciaron temprano a consumir alcohol, de los que salen a fiestas desde los 13 o 14, de los que a los 15 años conocen más de lo que deben y que de los 16 en adelante son adictos a cualquier cantidad de cosas: Facebook, alcohol, cigarrillo, drogas, en fin… por supuesto sin generalizar porque, aunque escasos, todavía quedamos algunos adictos a la lectura, a la buena música,  a la sana diversión. De los que nos preocupamos por el futuro tanto nuestro como el de los demás, y que a pesar de conocer la triste realidad, intentamos cambiarla.

Sucede que en nuestro colegio, la mayoría somos demasiado afortunados, y es fácil saber el por qué, somos hijos de policías con sueldos fijos, o por el contrario, familias pudientes que pueden pagar pensiones de precios considerables, por eso la situación de los estudiantes en la institución es aparentemente normal, nos desenvolvemos en medios donde el estilo de vida es “controlado”, aunque, como en la mayoría de instituciones, por no decir todas, hay consumo de alcohol, sedentarismo, adicciones y violencia de algún tipo, estos no son fenómenos marcados que aporten mucho a las alarmantes estadísticas de estas problemáticas en el departamento.

Hace algunos días tuve la oportunidad de asistir al comité de responsabilidad penal para adolescentes en el Tolima…  desgarrador es saber que las edades de iniciación en el consumo y adicción a las drogas se encuentran entre los 9 y los 12 años, es una realidad latente de la cual menos de la mitad de los jóvenes que son actores, entienden a ciencia cierta las fases del consumo, a lo que lleva (por lo general, a cometer delitos para conseguir satisfacción a sus adicciones) y cuales son realmente las consecuencias de sus actos…  según el sistema de responsabilidad penal para adolescentes infractores, existen dos centros de reclusión en los cuales los menores pugnan sus penas, centros que por supuesto no están en las mejores condiciones, ni siquiera en unas buenas… que hacen de este un verdadero castigo que va desde días hasta años en reclusión.

En la I.E.T Nuestra Señora de Fátima, son pocos los casos que conocen de abuso de SPA (sustancias psicoactivas) y la cifra aumenta un poco en el consumo de alcohol, pero cuando hablamos de normatividad adolescente, aparentemente pocos conocen y los que medianamente saben algo, tienen un conocimiento algo ambiguo, creo que no alcanzan a imaginarse las condenas para un menor infractor, y mucho menos los índices tan altos de infractores en nuestro municipio.

Soy de aquellas que le apuestan a enseñar la realidad antes de empezar a combatirla… el miedo muchas veces puede ser el mejor aliado del orden, y aunque afortunadamente en el colegio no se presentan muchísimas cosas de la actual problemática juvenil, para mí el trabajo de prevención es el más importante, ¡hay que aprovechar la etapa escolar! para estos temas nunca es demasiado tarde.


Dalila Andrea Henao

lunes, 10 de junio de 2013

¿JUZGAR? ¡PRIMERO VA PENSAR!


En esta ocasión seré muy franca con ustedes, aunque semana tras semana mi intención única en lo que respecta al periódico informativo del NUSEFA es escribir un artículo con el cual ustedes además de entender algunas cosas que suceden al interior de la institución, se sientan identificados con opiniones críticas o simplemente experiencias vividas en el colegio, el problema es que siempre termino escribiendo experiencias propias con las cuales se sienten identificados algunos, pero no la mayoría, entonces me limito a escribir para que entiendan aquellas cosas que no son “aptas para todo público” y eso es precisamente lo que sucede con este artículo hoy.

Hace algunos días estaba presentando excusa por una inasistencia a clase debido a una capacitación a los gobiernos escolares del municipio, siendo la representante de los estudiantes al consejo directivo debía asistir, y fue eso precisamente lo que le dije al profesor, el cual con un tono sarcástico me preguntó “ ¿Gobierno, o burocracia escolar? Porque dígame ¿qué han hecho ustedes por el colegio?”  Desde cualquier punto de vista es fácil criticar, juzgar, injuriar, en fin, es tan simple como hacer que un comentario se extienda en los pasillos para que se convierta en una realidad, como que el gobierno escolar no sirve para nada, porque es más fácil eso que preguntar, indagar, o ponerse en los zapatos de los demás para verificar la veracidad de ese tipo de afirmaciones.

Quisiera tal vez compañeros que ustedes prestaran atención a cada una de las palabras que nuestro rector dice en las formaciones, la mayoría de las citas de estudiantes que hace se refieren a nosotros, los del gobierno escolar, que aunque no lo crean pasamos iniciativas y proyectos de todo tipo, además de quejas e inconformidades de estudiantes, de forma oral y escrita, para al final llegar siempre a los mismos resultados: nos niegan todo, nos echan la culpa o simplemente nos ignoran.

Es triste pensar que un rector haga quedar mal a los estudiantes incluso frente a sus padres, es triste también presenciar de frente el poco interés que demuestra hacia los estudiantes, me permito decir que nos prohíbe hasta la cultura ya que llevamos tiempo solicitando permiso para traer una organización juvenil al colegio, una organización netamente social que trabaja llenando de cultura a los jóvenes, pero como es de esperarse, nos ha ignorado… y aún más triste es la situación del folclorito, lo cancelaron, a nadie le han dado una explicación por lo menos coherente, es más, no se han puesto de acuerdo ni para decirnos mentiras…. Pero como me ha hecho entender el rector, y  no solo a mí sino también a los padres de familia, las órdenes son para cumplirlas no para socializarlas.

Aunque no sea lo más preponderante en mi texto, es más, creo que ni siquiera lo menciono en este artículo, siento admiración por el rector ya que ha logrado más cosas buenas que otros rectores que conocí en años anteriores, aunque este, no ha sido su mejor periodo en el cargo, ha logrado cosas por la institución que le han permitido ganar el aprecio y confianza de los estudiantes, sentimientos que va perdiendo poco a poco con sus actitudes apáticas y esas puñaladas traseras que le ha dado a la promoción 2013 en estos últimos días.
Solicitar, criticar, hacer valer derechos, hasta opinar en el NUSEFA es además de una odisea, un delito, así que la próxima vez que vayan a opinar acerca de las fallas de un Gobierno escolar, los invito a que piensen primero si realmente sus representantes están por lo menos intentando conseguir cosas para ustedes, y aunque muchas cosas se nos pasan por alto, intentaremos siempre sacar la cara por los que verdaderamente importamos en el colegio, los estudiantes.

DALILA ANDREA HENAO

lunes, 3 de junio de 2013

¡REACCIONEN!

Es momento de aceptarla como la realidad de la mayoría de nosotros, ya queremos salir del colegio, y el hecho de conocer más de cerca cómo funciona la vida después de este, aunque nos aterre, nos encanta. tanto así que  muchos empiezan a tomar a la ligera muchas cosas y dejan el colegio en un segundo plano; a  estas alturas, aparentemente importa más experimentar que estudiar, el ICFES es un tema que se toma a la ligera, y finalizar esta etapa, sea como sea, es lo único que realmente interesa.

Como se dice por ahí, nos falta sufrir, llorar y aprender, hasta que no nos topemos con los obstáculos más grandes no entenderemos la importancia del sacrificio (no sé cuál será el límite, los resultados académicos siguen siendo pésimos y más de uno va perdiendo el año) y en el momento de enfrentarnos a un mundo que no admite sino profesionales  políglotas con mínimo una especialización, según el rector, no tendremos sino una única solución: pedir limosna, con el respeto de los limosneros, negocio rentable en nuestra ciudad.

Lo acepto, no quiero estar más en el colegio, ya quiero sentarme en el pupitre de una universidad pública, prestigiosa, aprender lo que me gusta no lo que me toca, vivir estresada por satisfacción, en fin, algo distinto al colegio…. “abandonar la doctrina” y seguir en la rutina, transformada, pero al fin rutina. Que sueño tan bello, aclaro que lo llevo pensando hace más de un año, y aunque en muchas ocasiones éste me rapta la intención de aprender cosas que mi otro yo considera inútiles, sigo intentado sobresalir, o por lo menos mantenerme. Mostrar rebeldía frente al conocimiento en el colegio, es para mí, una de las cosas más absurdas de la vida, no hay nada más ilógico que pagar por algo y no recibirlo... hay que pensar en todo, hasta en que tan inmaduro me veo tratando de ser “cool”, ¡reaccionen que se les acabó el primer semestre! omitan este mensaje si no les compete, como en las compañías de telefonía móvil,  y siéntanse bien porque, aunque sea, ya usan un término universitario en el colegio.

Soy consciente de la rudeza de mis palabras, del poco tacto para abarcar el tema, pero un jalón de orejas no está del todo mal, esta vez, a diferencia de muchas otras, el regaño es totalmente para mis compañeros, el relajo, la vagancia y muchísimas cosas más, los, o nos, están estancando en un punto no necesariamente bueno. Nos quedan dos meses larguitos para el ICFES, cojan juicio y seriedad ya que de ahí en adelante pueden ser los más desordenados y vagos, sin dejar a un lado el respeto y teniendo en cuenta que en la puerta del horno se quema el pan.

DALILA ANDREA HENAO