Bueno,
terminó el primer semestre en la I.E.T Nuestra Señora de Fátima, y con él se
queda más de uno, recuperando, rogando, haciendo trabajos, estudiando, sin
fiestas, sin vacaciones, solo padres enojados y profesores llenos de trabajo. Por
poco y me pasa igual, en medio de tantas cosas juntas finalizando este primer
semestre, resulta que había perdido física materia y natación, la primera en
realidad la había aprobado, pero repito, en medio de tremendos shows mediáticos
entregando notas, yo estaba convencida de que había perdido, y la segunda, si
no tenía nada que alegar y mucho menos esperar, 1.5 puntos me separaban de
pasar la materia, la recuperación: hacer de nuevo un trabajo sobre todos los
estilos de natación y por supuesto recorrer en estilo libre 20 veces la
piscina.
Me
sentía abrumada porque en realidad terminé recuperando física (sin haber
perdido) y además haciendo la recuperación de natación. No me imagino aquellos
que recuperan hasta el recreo, hay profesores generosos con esas recuperaciones,
yo veía los planes de mejoramiento y me daban ganas de sentarme a llorar junto
a mis compañeros.
Es
claro, los chicos todavía no han entendido que las notas ya no se regalan, es más,
con ese nuevo sistema de evaluación, regalar una nota es casi imposible y creo
que el impacto de este sistema fue tan fuerte que muchos quedaron, en vez de
despiertos por las malas notas del primer periodo, aturdidos; en medio de frustrados,
estresados y contentos hay algo que se destaca: “nunca había tenido una promoción
tan mala académicamente como esta” frase que se ha vuelto común, precisamente entre
dos de los actores del colegio que más menciono en este espacio, personas
admirables, respetables, hasta necesarias en la institución, pero a las cuales
les falta pensar un poco antes de emitir los juicios; las fallas académicas, casi
por excelencia, siempre tienen un trasfondo, en nuestro caso, es obviamente la
nueva forma de evaluar, acompañada además de un aumento en la exigencia
(aprobamos con 3.5 no con 3.0) y aun así esperan que las cosas sigan marchando
tan bien como antes, por eso juzgan, se sienten afligidos, y hasta se desquitan.
Bueno,
para continuar con mi historia, efectivamente el fin de semana hice el trabajo
de natación, cuando llegué al colegio el lunes, no había más que frenesí y tensión en el ambiente, muchos no terminaron los
trabajos en la casa, otros olvidaron las fechas y los dejaron, y yo en la puerta
del salón estaba tranquilamente hablando con el docente de natación, a quién
solicité hacer la recuperación lo más pronto posible, y el cual me respondió “las recuperaciones se hacen en
la hora de clase, nos vemos el jueves a la tercera” okey, sin nada más que hacer, mi plan fue ir al
colegio el jueves a la tercera, recuperar y seguir en vacaciones, porque ese
lunes iniciaba el tan anhelado descanso para los que no recuperaban. Todo iba
bien hasta que el miércoles en la mañana recibí la llamada de una compañera
asegurando que el profesor no volvería al colegio sino hasta el 9 de julio, y
que los que no recuperaron en los tres días anteriores, perdían. Ese día por supuesto
no podía ir, ya tenía compromisos en la mañana y me era imposible, así que en
la tarde llame a medio colegio tratando de conseguir el número del profesor,
(sería buenísimo que la institución tuviera una base de datos de los profesores
colgada en alguna parte del universo virtual) que me contestó casi a las 7pm y
tranquilamente dijo “Dalila usted no perdió conmigo, revise la plataforma y
verá” así fue como desperdicié mi fin de semana, mis hojas, mis lapiceros,
repitiendo un trabajo que había hecho unas cuantas semanas antes, y además me
aguante la cantaleta de mi papá diciendo que por cuidarme el cabello mi
promedio en el colegio bajaba.
Que
falto de seriedad es el manejo que se le está dando a los resultados de los
estudiantes, entiendo perfectamente el estrés que produce manejar esa inexequible
plataforma, pero nosotros, nuestro tiempo y nuestras emociones merecemos
respeto. Nadie puede decir que estas confusiones son el resultado de mi
despistada conducta, creo que fui muy clara con el manejo de la situación, así
que para este tipo de inconvenientes, y de paso como moraleja, la única solución
es: imitar a algunos de mis compañeros y
ser la más intensa al momento de recibir notas.
DALILA
ANDREA HENAO