lunes, 3 de junio de 2013

¡REACCIONEN!

Es momento de aceptarla como la realidad de la mayoría de nosotros, ya queremos salir del colegio, y el hecho de conocer más de cerca cómo funciona la vida después de este, aunque nos aterre, nos encanta. tanto así que  muchos empiezan a tomar a la ligera muchas cosas y dejan el colegio en un segundo plano; a  estas alturas, aparentemente importa más experimentar que estudiar, el ICFES es un tema que se toma a la ligera, y finalizar esta etapa, sea como sea, es lo único que realmente interesa.

Como se dice por ahí, nos falta sufrir, llorar y aprender, hasta que no nos topemos con los obstáculos más grandes no entenderemos la importancia del sacrificio (no sé cuál será el límite, los resultados académicos siguen siendo pésimos y más de uno va perdiendo el año) y en el momento de enfrentarnos a un mundo que no admite sino profesionales  políglotas con mínimo una especialización, según el rector, no tendremos sino una única solución: pedir limosna, con el respeto de los limosneros, negocio rentable en nuestra ciudad.

Lo acepto, no quiero estar más en el colegio, ya quiero sentarme en el pupitre de una universidad pública, prestigiosa, aprender lo que me gusta no lo que me toca, vivir estresada por satisfacción, en fin, algo distinto al colegio…. “abandonar la doctrina” y seguir en la rutina, transformada, pero al fin rutina. Que sueño tan bello, aclaro que lo llevo pensando hace más de un año, y aunque en muchas ocasiones éste me rapta la intención de aprender cosas que mi otro yo considera inútiles, sigo intentado sobresalir, o por lo menos mantenerme. Mostrar rebeldía frente al conocimiento en el colegio, es para mí, una de las cosas más absurdas de la vida, no hay nada más ilógico que pagar por algo y no recibirlo... hay que pensar en todo, hasta en que tan inmaduro me veo tratando de ser “cool”, ¡reaccionen que se les acabó el primer semestre! omitan este mensaje si no les compete, como en las compañías de telefonía móvil,  y siéntanse bien porque, aunque sea, ya usan un término universitario en el colegio.

Soy consciente de la rudeza de mis palabras, del poco tacto para abarcar el tema, pero un jalón de orejas no está del todo mal, esta vez, a diferencia de muchas otras, el regaño es totalmente para mis compañeros, el relajo, la vagancia y muchísimas cosas más, los, o nos, están estancando en un punto no necesariamente bueno. Nos quedan dos meses larguitos para el ICFES, cojan juicio y seriedad ya que de ahí en adelante pueden ser los más desordenados y vagos, sin dejar a un lado el respeto y teniendo en cuenta que en la puerta del horno se quema el pan.

DALILA ANDREA HENAO 

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