lunes, 6 de mayo de 2013

ASÍ, RELATIVO, ES EL CAMBIO…


Lastimosamente no podemos decir “los que queremos un cambio somos más” y siempre ha sido así, como cosas de la juventud hablamos siempre de querer cambiar el mundo, de que el futuro sea distinto, de que los políticos no sirven, de que el calentamiento global nos va a matar, en fin, hablamos de muchas cosas, pero pocas veces escuchamos proponer un cambio que inicie en nosotros; para iniciar con mi artículo, cito las palabras de uno de mis artistas favoritos, Canserbro, “nuca habrá revolución sin evolución de conciencia”.

La intención no es otra sino resaltar la buena labor de varios estudiantes comprometidos, recuerdo muy bien el 23 de abril cuando sin ningún tipo de vergüenza, por el contrario sintiendo orgullo por encima de cualquier cosa, la personera de nuestro colegio acompañada de sus amigos más cercanos decidieron iniciar una campaña en contra del calentamiento global, algo tan sencillo como enseñar carteles con mensajes para cuidar el medio ambiente, para no botar basura, en fin, una labor desinteresada con la que  muchos se rieron, otros aplaudieron pero por la cual no se recibió absolutamente nada proveniente del colegio, es más, me atrevería a decir que más de uno ni se dio por enterado (no quiero decir con esto que el colegio debió dar premios, o algún tipo de remuneración a este grupo de estudiantes, con un “buen trabajo” proveniente tal vez del Rector bastaba) este “olvido” no impidió que obtuvieran el reconocimiento que se merecían, un Programa de la Universidad de Ibagué  denominado Ibagué Imagina Joven, pretende generar impacto en la comunidad joven, los líderes de esta campaña al enterarse de la iniciativa la adoptaron, pero no como suya, sino dando todos los créditos a los estudiantes del NUSEFA, así tal cual, generalizando, incluyendo a toda una comunidad estudiantil en un proyecto de dos o tres, que no recibieron en su casa lo que tal vez les reconocieron, no solo a ellos sino a todos nosotros, por fuera de la institución.

A veces pareciera que los esfuerzos inocentes de los estudiantes se ven opacados por mil y un intentos de conseguir no sé qué cosas, otras veces pienso que la filosofía del colegio no es realmente humanista, porque la parte humana va desapareciendo con la resignación. Reunir jóvenes que exhiban carteles con mensajes de conciencia por toda la carrera tercera y luego ponerlos en la plazoleta Simón Bolívar es de un impacto importante, pero que la idea tras de esto haya nacido en los pasillos de nuestro colegio lo es aún más, ¿por qué no  aplaudirlo? ¿Por qué no apoyarlo?

Más que una opinión al respecto (en estos casos, lo menos que quiero hacer es juzgar, soy una convencida de que el apoyo a este tipo de cosas es de corazón, no mas ) quisiera que el hecho de que los jóvenes se enteraran de estas cosas los motivara a unirse, uno debe ser coherente con el discurso, si estoy inconforme, lo hago saber pero  la vez propongo soluciones, si quiero cambios, lo hago saber pero a la vez propongo soluciones, soluciones es lo que necesitamos, si para algunos la solución empieza con carteles que incitan conciencia…. ¡Que empiece la solución! Y si para otros, por el contrario la solución empieza en los demás, dejen de rebuznar y póngase a leer.


DALILA ANDREA HENAO

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